26 - Los poetas (Ach chóara) |
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¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso! |
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1 | tsm. |
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2 | Éstas son las aleyas de la Escritura sabia. |
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3 | Tú, quizá, te consumas de pena porque no creen. |
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4 | Si quisiéramos, haríamos bajar del cielo sobre ellos un signo y doblarían ante él la cerviz. |
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5 | No les llega una nueva amonestación del Compasivo que no se aparten de ella. |
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6 | Han desmentido, pero recibirán noticias de aquello de que se burlaban. |
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7 | ¿No han visto cuánta especie generosa de toda clase hemos hecho crecer en la tierra? |
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8 | Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen. |
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9 | En verdad, tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso. |
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10 | Y cuando tu Señor llamó a Moisés: «Ve al pueblo impío, |
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11 | al pueblo de Faraón. ¿No van a temerme ?» |
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12 | Dijo: «¡Señor! Temo que me desmientan. |
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13 | Me angustio, se me traba la lengua. ¡Envía por Aarón! |
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14 | Me acusan de un crimen y temo que me maten». |
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15 | Dijo: «¡No! ¡Id los dos con Nuestros signos! Estamos con vosotros, escuchamos. |
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16 | Id a Faraón y decid: '¡Nos ha enviado el Señor del universo: |
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17 | ¡Deja marchar con nosotros a los Hijos de Israel!'» |
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18 | Dijo: «¿No te hemos educado, cuando eras niño, entre nosotros? ¿No has vivido durante años de tu vida entre nosotros? |
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19 | Desagradecido, hiciste lo que hiciste» |
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20 | Dijo: «Lo hice cuando estaba extraviado. |
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21 | Tuve miedo de vosotros y me escapé. Mi Señor me ha regalado juicio y ha hecho de mí uno de los enviados. |
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22 | ¿Es ésta una gracia que me echas en cara, tú que has esclavizado a los Hijos de Israel?» |
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23 | Faraón dijo: «Y ¿qué es 'el Señor del universo'?» |
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24 | Dijo: «Es el Señor de los cielos, de la tierra y de lo que entre ellos está. Si estuvierais convencidos...» |
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25 | Dijo a los circunstantes: «¡Habéis oído?» |
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26 | Dijo. «Es vuestro Señor y Señor de vuestros antepasados...» |
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27 | Dijo: «¡El enviado que se os ha mandado es; ciertamente, un poseso!» |
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28 | Dijo: «...el Señor del Oriente y del Occidente y de lo que entre ellos está. Si razonarais...» |
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29 | Dijo: «¡Si tomas por dios a otro diferente de mí, he de enviarte a la cárcel!» |
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30 | Dijo: «¿Y si te trajera algo claro?» |
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31 | Dijo: «¡Tráelo si es verdad lo que dices!» |
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32 | Moisés tiró su vara y he aquí que ésta se convirtió en una auténtica serpiente. |
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33 | Sacó su mano y he aquí que apareció blanca a los ojos de los presentes. |
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34 | Dijo a los dignatarios que le rodeaban: «Sí, éste es un mago muy entendido, |
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35 | que quiere expulsaros de vuestra tierra con su magia. ¿Qué ordenáis?» |
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36 | Dijeron: «Dales largas, a él y a su hermano, y envía a las ciudades a agentes que convoquen, |
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37 | que te traigan a los magos más entendidos, a todos». |
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38 | Los magos fueron convocados para una determinada hora del día convenido |
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39 | y se dijo a la gente: «¿No queréis asistir? |
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40 | Quizás, así, sigamos a los magos, si son ellos los que ganan» |
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41 | Cuando llegaron los magos dijeron a Faraón: «Si ganamos, recibiremos una recompensa, ¿no?» |
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42 | Dijo: «¡Sí! Y seréis entonces, ciertamente, de mis allegados». |
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43 | Moisés les dijo: «¡Tirad lo que vayáis a tirar!» |
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44 | Y tiraron sus cuerdas y varas, y dijeron: «¡Por el poder de Faraón, que venceremos!» |
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45 | Moisés tiró su vara y he aquí que ésta engulló sus mentiras. |
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46 | Y los magos cayeron prosternados. |
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47 | Dijeron: «¡Creemos en el Señor del universo, |
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48 | el Señor de Moisés y de Aarón!» |
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49 | Dijo: «¡Le habéis creído antes de que yo os autorizara a ello! ¡Es vuestro maestro, que os ha enseñado la magia! ¡Vais a ver! ¡He de haceros amputar las manos y los pies opuestos! ¡Y he de haceros crucificar a todos!» |
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50 | Dijeron: «¡No importa! ¡Nos volvemos a nuestro Señor! |
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51 | Anhelamos que nuestro Señor nos perdone nuestros pecados, ya que hemos sido los primeros en creer». |
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52 | E inspiramos a Moisés: «¡Parte de noche con Mis siervos! ¡Seréis perseguidos!» |
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53 | Faraón envió a las ciudades a agentes que convocaran: |
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54 | «Son una banda insignificante |
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55 | y, ciertamente, nos han irritado. |
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56 | Nosotros, en cambio, somos todo un ejército y estamos bien prevenidos». |
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57 | Les expulsamos de sus jardines y fuentes, |
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58 | de sus tesoros y suntuosas residencias. |
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59 | Así fue, y se lo dimos en herencia a los Hijos de Israel. |
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60 | A la salida del sol, les persiguieron. |
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61 | Cuando los dos grupos se divisaron, dijeron los compañeros de Moisés: «¡Nos ha alcanzado!» |
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62 | Dijo: «¡No! ¡Mi Señor está conmigo, el me dirigirá!» |
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63 | E inspiramos a Moisés: «¡Golpea el mar con tu vara!» El mar, entonces, se partió y cada parte era como una imponente montaña. |
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64 | Hicimos que los otros se acercaran allá, |
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65 | y salvamos a Moisés y a todos los que con él estaban. |
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66 | Luego, anegamos a los otros. |
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67 | Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen. |
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68 | ¡Sí, tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso! |
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69 | ¡Cuéntales la historia de Abraham! |
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70 | Cuando dijo a su padre y a su pueblo: «¿Qué servís?» |
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71 | Dijeron: «Servimos a ídolos y continuaremos entregándonos a su culto». |
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72 | Dijo: «Y ¿os escuchan cuando les invocáis? |
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73 | ¿Pueden aprovecharos o haceros daño?» |
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74 | Dijeron: «¡No, pero encontramos que nuestros antepasados hacían lo mismo!» |
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75 | Dijo: «¿Y habéis visto lo que servíais, |
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76 | vosotros y vuestros lejanos antepasados? |
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77 | Son mis enemigos, a diferencia del Señor del universo. |
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78 | Que me ha creado y me dirige, |
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79 | me da de comer y de beber, |
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80 | me cura cuando enfermo, |
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81 | me hará morir y, luego, me volverá a la vida, |
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82 | de Quien anhelo el perdón de mis faltas el día del Juicio. |
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83 | ¡Señor! ¡Regálame juicio y reúneme con los justos! |
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84 | ¡Haz que tenga una buena reputación en mi posteridad! |
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85 | ¡Cuéntame entre los herederos del Jardín de la Delicia! |
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86 | ¡Perdona a mi padre, estaba extraviado! |
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87 | No me avergüences el día de la Resurrección, |
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88 | el día que no aprovechen hacienda ni hijos varones, |
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89 | excepto a quien vaya a Alá con corazón sano». |
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90 | El Jardín será acercado a quienes hayan temido a Alá |
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91 | y el fuego de la gehena aparecerá ante los descarriados. |
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92 | Se les dirá: «¿Dónde está lo que servíais |
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93 | en lugar de servir a Alá? ¿Pueden auxiliaros o auxiliarse a sí mismos?» |
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94 | Ellos y los descarriados serán precipitados en él, |
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95 | así como las huestes de Iblis, todas. |
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96 | Ya en él dirán mientras disputan: |
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97 | «¡Por Alá, que estábamos, sí, evidentemente extraviados |
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98 | cuando os equiparábamos al Señor del universo! |
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99 | Nadie sino los pecadores nos extraviaron |
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100 | y, ahora, no tenemos a nadie que interceda, |
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101 | a ningún amigo ferviente. |
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102 | Si pudiéramos volver para ser creyentes...» |
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103 | Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen. |
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104 | Tu Señor es, ciertamente, el Poderoso, el Misericordioso. |
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105 | El pueblo de Noé desmintió a los enviados. |
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106 | Cuando su hermano Noé les dijo: «¿Es que no vais a temer a Alá? |
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107 | Tenéis en mí a un enviado digno de confianza. |
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108 | ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme! |
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109 | No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo. |
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110 | ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme!» |
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111 | Dijeron: «¿Vamos a creerte a ti, siendo así que son los más viles los que te siguen?» |
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112 | Dijo: «¿Y qué sé yo de sus obras? |
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113 | Sólo a mi Señor tienen que dar cuenta. Si os dierais cuenta... |
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114 | ¡No voy yo a rechazar a los creyentes! |
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115 | ¡Yo no soy más que un monitor que habla claro!» |
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116 | Dijeron: «¡Noé! Si no paras, ¡hemos de lapidarte!» |
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117 | Dijo: «¡Señor! Mi pueblo me desmiente. |
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118 | ¡Falla, pues, entre yo y ellos, y sálvame, junto con los creyentes que están conmigo!» |
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119 | Les salvamos, pues, a él y a quienes estaban con él en la nave abarrotada. |
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120 | Luego, después, anegamos al resto. |
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121 | Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen. |
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122 | En verdad, tu Señor es el Poderoso. el Misericordioso. |
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123 | Los aditas desmintieron a los enviados. |
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124 | Cuando su hermano Hud les dijo: «¿Es que no vais a temer a Alá? |
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125 | Tenéis en mí a un enviado digno de confianza. |
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126 | ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme! |
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127 | No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo. |
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128 | ¡Construís en cada colina un monumento para divertiros |
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129 | y hacéis construcciones esperando, quizá, ser inmortales? |
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130 | Cuando usáis de violencia lo hacéis sin piedad. |
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131 | ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme! |
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132 | ¡Temed a Quien os ha proveído de lo que sabéis: |
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133 | de rebaños e hijos varones, |
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134 | de jardines y fuentes! |
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135 | ¡Temo por vosotros el castigo de un día terrible!» |
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136 | Dijeron: «¡Nos da lo mismo que nos amonestes o no! |
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137 | No hacemos sino lo que acostumbraban a hacer los antiguos. |
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138 | ¡No se nos castigará!» |
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139 | Le desmintieron y les aniquilamos. Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen. |
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140 | En verdad, tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso. |
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141 | Los tamudeos desmintieron a los enviados. |
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142 | Cuando su hermano Salih les dijo: «¿Es que no vais a temer a Alá? |
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143 | Tenéis en mí a un enviado digno de confianza. |
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144 | ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme! |
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145 | No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo. |
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146 | ¿Se os va a dejar en seguridad con lo que aquí abajo tenéis, |
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147 | entre jardines y fuentes, |
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148 | entre campos cultivados y esbeltas palmeras, |
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149 | y continuaréis excavando, hábilmente, casas en las montañas? |
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150 | ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme! |
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151 | ¡No obedezcáis las órdenes de los inmoderados, |
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152 | que corrompen en la tierra y no la reforman!» |
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153 | Dijeron: «¡Eres sólo un hechizado! |
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154 | ¡No eres sino un mortal como nosotros! ¡Trae un signo, si es verdad lo que dices!» |
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155 | Dijo: «He aquí una camella. Un día le tocará beber a ella y otro día a vosotros. |
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156 | ¡No le hagáis mal! ¡Si no, os sorprenderá el castigo de un día terrible!» |
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157 | Pero ellos la desjarretaron... y se arrepintieron. |
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158 | Y les sorprendió el Castigo. Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen. |
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159 | ¡En verdad, tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso! |
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160 | El pueblo de Lot desmintió a los enviados. |
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161 | Cuando su hermano Lot les dijo: «¿Es que no vais a temer a Alá? |
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162 | Tenéis en mí a un enviado digno de confianza. |
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163 | ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme! |
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164 | No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo. |
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165 | ¿Os llegáis a los varones, de las criaturas, |
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166 | y descuidáis a vuestras esposas, que vuestro Señor ha creado para vosotros? Sí, sois gente que viola la ley». |
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167 | Dijeron: «Si no paras, Lot, serás, ciertamente, expulsado». |
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168 | Dijo: «Detesto vuestra conducta. |
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169 | ¡Señor! ¡Sálvanos, a mí y a mi familia, de lo que hacen!» |
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170 | Y les salvamos, a él y a su familia, a todos, |
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171 | salvo a una vieja entre los que se rezagaron. |
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172 | Luego, aniquilamos a los demás. |
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173 | E hicimos llover sobre ellos una lluvia. ¡Lluvia fatal para los que habían sido advertidos! |
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174 | Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen. |
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175 | ¡En verdad tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso! |
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176 | Los habitantes de la Espesura desmintieron a los enviados. |
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177 | Cuando Suayb les dijo: «¡Es que no vais a temer a Alá? |
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178 | Tenéis en mí a un enviado digno de confianza. |
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179 | ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme! |
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180 | No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo. |
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181 | ¡Dad la medida justa, no hagáis trampa! |
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182 | ¡Pesad con una balanza exacta! |
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183 | ¡No dañeis a nadie en sus cosas y no obréis mal en la tierra corrompiendo! |
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184 | ¡Temed a Quien os ha creado, a vosotros y a las generaciones antiguas!» |
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185 | Dijeron: «Eres sólo un hechizado. |
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186 | No eres sino un mortal como nosotros. Creemos que mientes. |
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187 | Si es verdad lo que dices, ¡haz que caiga sobre nosotros parte del cielo!» |
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188 | Dijo: «Mi Señor sabe bien lo que hacéis». |
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189 | Le desmintieron. Y el castigo del día de la Sombra les sorprendió: fue el castigo de un día terrible. |
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190 | Ciertamente, hay en ello un signo, pero la mayoría no creen. |
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191 | ¡En verdad, tu Señor es el Poderoso, el Misericordioso! |
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192 | Es, en verdad, la Revelación del Señor del universo. |
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193 | El Espíritu digno de confianza lo ha bajado |
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194 | a tu corazón, para que seas uno que advierte. |
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195 | En lengua árabe clara, |
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196 | y estaba, ciertamente, en las Escrituras de los antiguos. |
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197 | ¿No es para ellos un signo que los doctores de los Hijos de Israel lo conozcan? |
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198 | Si lo hubiéramos revelado a uno no árabe |
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199 | y éste se lo hubiera recitado, no habrían creído en él. |
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200 | Así se lo hemos insinuado a los pecadores, |
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201 | pero no creerán en él hasta que vean el castigo doloroso, |
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202 | que les vendrá de repente, sin presentirlo. |
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203 | Entonces, dirán: «¿Se nos diferirá?» |
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204 | ¿Quieren, entonces, adelantar Nuestro castigo? |
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205 | Y ¿qué te parece? Si les dejáramos gozar durante años |
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206 | y, luego, se cumpliera en ellos la amenaza, |
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207 | no les serviría de nada el haber disfrutado tanto. |
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208 | No hemos destruido nunca una ciudad sin haberle enviado antes quienes advirtieran, |
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209 | como amonestación. No somos injustos. |
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210 | No son los demonios quienes lo han bajado: |
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211 | ni les estaba bien, ni podían hacerlo. |
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212 | Están, en verdad, lejos de oírlo. |
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213 | No invoques a otros dioses junto con Alá si no, serás castigado. |
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214 | Advierte a los miembros más allegados de tu tribu. |
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215 | Sé benévolo con los creyentes que te siguen. |
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216 | Si te desobedecen, di: «Soy inocente de lo que hacéis». |
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217 | Confía en el Poderoso, el Misericordioso, |
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218 | Que te ve cuando estás de pie |
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219 | y ve las posturas que adoptas entre los que se prosternan. |
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220 | Él es Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe. |
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221 | ¿Tengo que informaros de sobre quién descienden los demonios? |
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222 | Descienden sobre todo mentiroso pecador. |
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223 | Aguzan el oído... Y la mayoría mienten. |
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224 | En cuanto a los poetas, les siguen los descarriados. |
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225 | ¿No has visto que van errando por todos los valles |
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226 | y que dicen lo que no hacen? |
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227 | No son así los que creen, obran bien, recuerdan mucho a Alá y se defienden cuando son tratados injustamente. ¡Los impíos verán pronto la suerte que les espera! |
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